jueves, 4 de diciembre de 2025

Lunes, 1 de diciembre, clase 19

 Continuamos con el tema 7


2.2. El reinado de Felipe IV.




Felipe IV sucedió a su padre Felipe III en 1621. Optó también el sistema de valimiento y encomendó las tareas de gobierno a Gaspar de Guzmán y Pimentel, mejor conocido como el conde-duque de Olivares.

Los primeros actos del válido fueron procesar a los ministros del reinado anterior y efectuar unas profundas reformas políticas, cuyo objetivo era controlar los gastos de la Corona y disminuir la burocracia. A través de un proyecto llamado Unión de Armas quiso que participasen todos los reinos, no solo Castilla, en los gastos militares de la monarquía. La resistencia de reinos, entre ellos Portugal, Cataluña y Aragón, desencadenó una crisis política de gran envergadura.

Como respuesta al establecimiento de la Unión de Armas, a partir de 1630, se produjeron una serie de levantamientos contra la monarquía en los diversos territorios de la Corona española. Los más importantes fueron:

-En Vizcaya se produjo un movimiento llamado rebelión de la sal, como consecuencia de aumentar el precio de ese artículo y afectar a la industria del salazón.

-El año 1640, se producía una rebelión en Portugal ante las imposiciones fiscales que terminó en movimiento de independencia. Los portugueses proclamaban rey a Juan IV, duque de Braganza.

-Aquel mismo año, Cataluña vivió una rebelión generalizada. Fue encabezada por los campesinos en protesta por los desmanes que cometían los soldados. Se le conoce como Corpus de Sangre. El momento más álgido fue cuando se produjo la muerte del virrey, la proclamación de una república y la ocupación del territorio por el rey de Francia Luis XIII.

-En 1641, la nobleza andaluza también se rebeló en una conspiración que encabezaba el duque de Medina Sidonia.

- Mientras tanto, en Aragón también se produjo un movimiento secesionista dirigido por el
duque de Híjar.

Todos estos movimientos fueron controlados menos el de Portugal, que acabó con su independencia definitiva.

Un aspecto muy importante de la política exterior es la intervención en la guerra de los Treinta Años (1618-1648).

Esta contienda empezó siendo un conflicto interno de tipo religioso del Imperio alemán, al producirse un levantamiento de los húngaros protestantes contra el emperador católico.

El incidente (llamado defenestración de Praga) se extendió rápidamente y varios países se enfrentaban en dos bandos. Por un lado, los Habsburgo españoles y austriacos apoyaban a los príncipes católicos. Por otro lado, los príncipes protestantes contaron con el apoyo de los reyes de Dinamarca, Inglaterra y Suecia. Las Provincias Unidas (Holanda) aprovecharon para unirse a este bando con el fin de que fuera reconocida su independencia de España. Al bando protestante se sumaron los franceses en 1635. Entonces era valido del rey Luis XIII el cardenal Richelieu, con lo que detrás del conflicto religioso se convirtió en una lucha por la hegemonía en Europa. Su intervención fue decisiva para el rumbo de la guerra hasta tal punto que España pidió la paz, la cual se firmó en la ciudad alemana de Westfalia.

La Paz de Westfalia produjo una serie de consecuencias. Las más importantes fueron:

-Con el tratado las luchas religiosas concluyeron en el continente europeo pero Alemania quedó dividida entre un norte protestante y un sur católico.

-Francia sería el país más beneficiado y pasó a ser la potencia hegemónica de Europa continental. Además recibió Alsacia y Lorena del Imperio Alemán.

-La casa de los Habsburgo (Austria) conservó el título imperial en Alemania, aunque ya estaba desprovisto de poder efectivo.

Por la Paz de Münster se reconoció la independencia de las Provincias Unidas.

Al terminar la contienda, Francia y España mantuvieron el conflicto hasta 1659 que se firma la Paz de los Pirineos. España tuvo que entregar a los franceses Rosellón, Artois, parte de Luxemburgo y parte de Flandes. La frontera entre los dos países queda fijada en los Pirineos. Y se acordó el matrimonio entre Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV.

2.3. El reinado de Carlos II




Carlos II comenzó a gobernar el año 1665. Tenía cuatro años, así que fue necesario encomendar las tareas de gobierno a una regente, en este caso a su madre Mariana de Austria, que contó con la ayuda de una Junta. Los treinta y cinco años de reinado de Carlos “el Hechizado” se caracteriza por los gobiernos de sucesivos validos, el jesuita Everardo Nithard, Fernando Valenzuela, Juan José de Austria y, posteriormente, el duque de Medinaceli.
Después de dos matrimonios, sin descendencia, a su muerte en 1700, y con un testamento a favor de Felipe, duque de Anjou (nieto de Luis XIV), comenzó un conflicto sucesorio que afectó a toda Europa. Se le conoce como guerra de Sucesión española.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miércoles, 10 de diciembre, clase 21

 4. El siglo de oro en España Gran parte del siglo XVII, incluso el último tercio del siglo anterior, fue un momento esplendoroso para la cu...